domingo, 30 de septiembre de 2007

AHORA

¡Ahora!
Digo ahora y no callo.
Quiero la prontitud del beso.
No quiero vivir largo como sueño.
Quiero existir ahora
fuera de este alma lenta
o dentro de tu cuerpo,
sobre todos los tiempos y aromas
y universos.
Sobre todos los odios
y todos los silencios
quiero ese grito vivo
que no conoce ecos.

Que no conoce ecos.

Navegarte (Calpe, 1996)

Navegarte
amando cada estrella.
Mi carta, todo el cielo
o tu piel: quince lunas.

Navegarte sin rumbo
con las velas plegadas,
con el viento en las alas
y un horizonte único:
el mar.
Puro.

Las olas si no mueren
no saben contar horas.
Este mar sin orillas
no conoce mi tiempo.
Este océano virgen
nunca ha bebido lágrimas.
Navegarlo en silencio,
surcarlo con mis labios sin despertar tormentas,
silenciarme en su seno profundísimo,
en su quietud serena...
Sumergirme, soñarlo,
ser sangre de sirena,
ser marinero libre en tu mirada,
navegarte desnuda.
Sin brumas, desatada.
Sin estelas o miedos.
Sin anclas.

Sin palabras.