miércoles, 4 de junio de 2008

POESÍA DE NUEVO Septiembre 1995

Con hambre de inocencia
un mendigo desnudo vestía corazones
de gris y de silencio.

A sus pies,
sobre este limo ardiente y agrietado
surgió la flor de lágrima,
transparencia pronunciada hacia el cielo,
invierno líquido,
semblanza pasajera de lo amado.