lunes, 23 de septiembre de 2013

Haikus de otoño

Ojos quemados
del sol de la doncella:
nace el otoño.

La espiga reina.
Las noches son de Andrómeda:
brisa de otoño.

La noche es fresca.
Mi corazón supura
savia de otoño.

La luna llena
llegó tarde al solsticio
por muy poquito.

El mirlo negro
aguarda noches blancas:
Llega el otoño.

martes, 17 de septiembre de 2013

RETORNOS

Foto: Dada Rosinová

Si pudiera vivir hacia atrás
mañana nacería
para volver a amarte.


Y al final de mi vida
volvería a ser el niño
que sueña con veranos de miel.

Si pudiera besar esos fantasmas
cada noche en el espejo
de mi tiempo...

Pero he perdido la brisa
junto al mar. Si pudiera
vivir hacia atrás
ayer sería el día
más feliz de mi vida.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Narcosis (Monólogo)

Dulce memoria dormida,
alma mecida en opio
conservada en formol
como una víscera.

Doctor Victor Frankenstein:
¿Si le implantamos esta memoria al monstruo
se dormirá? ¿O seguirá soñando despierto?

No leas estas líneas
No las leas.
He dicho que no las leas
¿Por qué sigues leyendo?
Está bién... No hay nada
que no debas saber
porque estás viva.

Respiras.

Es como amar a un pez desde fuera de la pecera,
al otro lado del cristal. Besugo. Es de imbéciles.
Es como amar a un pingüino desde un oasis.
Es como masturbarse por aburrimiento.
¡Eso sí debería ser pecado!

Es como amarse a uno mismo desde fuera.
Dolería menos odiarse desde dentro.
¿Odio? No me odio
en este estado de narcosis. Opio.

Trío de ases. Me planto.
Besugo: toda la baraja eran ases
menos dos cartas.

Amarte. Alaluna. Misión imposible.
Aterrizado, enterrado.
Tú amerizada, mareada
al otro lado del cristal de la pecera
leyéndome distraida con ojos de astronauta.
No leas estas líneas.
¿Houston?

Dulce dulce dulce corazón anestesiado,
víscera ahogada en opio.
Nunca olvides latir, Mnemósine,
despacio, muy despacio.

Te dije que no leyeras.
Pero aún estás aquí.
Sonríe.
La pecera amplifica la sonrisa
y el opio la enternece.
Es ridículo
pero entrañable
como la vida misma.