jueves, 14 de octubre de 2021

Desconexión

 

Igual que el negro océano
no refleja la luz de las estrellas,
el alma inmaterial
aun sedienta de ternura
no siente las caricias,
ya negadas, ya tensas:
a la orilla del llanto,
al pie de acantilados
de vértigo y memoria
el tiempo se convierte
en soledad.

Igual que el lago helado
se viste de silencios
y sobre su blancura
los cisnes negros cantan
el eco de su vuelo,
así es en la distancia
el anhelo pendiente
de cables invisibles
tendidos sobre abismos
entre pieles y labios.

Peor que las palabras
groseras que dibujan
garabatos de dolor
en lienzos de conciencia
son las líneas en blanco
en las que no se lee:
"Vi la luna esta noche
a través de las lágrimas
y mi sangre apagada
aún te añoraba, ave, 

enredadas tus plumas 

entre el bosque y la noche."

martes, 12 de octubre de 2021

De la nada

De la nada

surge todo:
la semilla,
la flor
y el fuego
devastador.
La angustia
y el consuelo. 

A la nada
todo regresa. 
Cada flor entrega
uno a uno
sus pétalos marchitos
al viento o a la calma
para saldar su deuda
de tiempo consumido.

Hojas de otoño.
Aviones de papel.
Fugaces
testimonios
del peso de la nada
en nuestras miradas,
nos recuerdan
antes de desaparecer
que el espejo
no emite luz.
La refleja.

La nada
llena todo.
El cielo está colmado
de vuelos de pájaros heridos.
La mente está repleta
de esperanzas.
No cabe
ni un solo deseo más.
La nada
ocupa todo.

Un día no estaré.
Y nadie se preguntará
si es que me he ido ya
o es que aún no he llegado,
porque nadie conocerá
mi esencia, mi presencia.
Porque no habrá ya nadie
ni lo hubo
salvo la flor
al borde del camino
esperando
eternamente
la primavera.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Crisantemo

 


Irradia el crisantemo
su corola solar.
En mi mente-espejo
la escalera conduce al corazón
del laberinto.
El otoño ha llegado
como un volcán de plumas.
Imponente, silencioso.
Al hombre-árbol ahora
se le escapan las hojas de los dedos.
En sus nervios estaba escrita
su propia esquela como poema.
"Quiero vivir —decía—
incluso tras la noche.
Quiero amarte como ama
el mar a las arenas
y que mi sexo extienda
mi raíz en tu seno
con una savia sabia,
con una única voz,
palabra que lo es todo."


Al morir las estrellas
despiertan los jardines
y junto a las secuoyas
siempre verdes,
enormes como sueños, 
florece el crisantemo
equivocado de equinoccio.
"Quiero vivir aquí."
Palacio. Paraíso.
Paisaje. Paradoja.

Discurre un torrente
por el cauce del alma.
Golondrina contra el viento,
mi corazón-salmón
remonta en vano esfuerzo
cascadas de ceniza
sin saber que la muerte y la vida,
que la luz y la sombra
son una misma esencia inseparable,
que tu tiempo y el mío
son planos que intersectan
en un todo contínuo,
que tu cuerpo y el mío
son los límites táctiles
de una realidad única.
"Quiero vivir en ti".

Belleza, dame tregua
en este cosmos frenético,
este cambio perpétuo...
Déjame contemplarte.