lunes, 20 de julio de 2020

52 soles y una luna


Antes que nada.
Antes de que supiera toda regla del juego,
ella me dio la mano
y era su piel cerezo en flor. 
Antes que despertasen mis sentidos,
cuando solo la música
misteriosa y eterna
había nacido,
ella me hizo perder
el favor de las geishas.

Después de todo.
Después de todo el tiempo
Después de amar con gritos y silencios
se acercó como gata
saltando entre mis sueños sin romperlos
y otra vez
me regaló la luna.

Al despertar,
cuando el amanecer
nos trajo amable el canto de los pájaros,
ellas, deseo vivo,
desvelando mi vela,
dibujaron un ángel de sonrisa,
un ángel de la guarda
que desde el paraíso
velará por el sol
cuando el otoño vuelva
hasta mis sienes.

domingo, 12 de julio de 2020

Golondrinas


Surcan las golondrinas el vacío
que el lago de mi piel reflejaría
si no estuviera herido por la lluvia.

Acarician tus sauces mis orillas
como si al volar ellas despertasen
las manos invisibles del alisio.

Por el trigal segado, como sombras
de estrellas tan fugaces, negativo
perfecto de la noche encendida.

Besan el agua jugando a ser pelícanos,
roban el cielo entero a las alondras,
Rasgan este silencio
con su cantar de mariposa en vuelo
anunciándome acaso
la llegada de un ángel. 

Con sus ojos de niña que no duerme
desenredan el vuelo a los halcones
para tejer al fin sueños de barro.

Espero aquí. Madreselva en mis sienes. 
Espero que regreses junto al lago.
No estaré solo ante mi propio espejo
hasta que no se marchen hacia el Sur.

Otra vez hacia el Sur,
las golondrinas.

miércoles, 8 de julio de 2020

Deriva de nostalgia pura


Te echo de menos,
perla-espejo, esfera de cristal
que encierra toda luz,
todos mis sueños... 
Memoria indeleble de un paraíso
besado con los labios del silencio. 

Te añoro ante lo inmenso del paisaje,
de las cumbres sedientas de nieve,
del verde esmeralda de los bosques, 
del océano inmenso imaginado
entre el cielo y tus párpados. 

Te echo de menos.
Toda esa belleza dulcemente filtrada
a través de tu piel de seda y argán,
a través de tu tacto de plata en mi pecho
cobraría sentido, dormiría
la paz que sumerge luces en la noche
y sombras en el día. 

Te extraño aquí, sirena,
ante el nenúfar que nace y se abre
como síntesis de toda la belleza.
Sin tu instinto felino
me siento casi ciego
porque tú eres capaz
de cerrar esos ojos de sal
y ver el universo
con el alma.

martes, 7 de julio de 2020

Después de amar (Soneto)


Después de amar el mar es un reflejo,
un destello fugaz de lo vivido,
apenas luminoso un haz de olvido...
Alicia en este lado del espejo.

Estás aún en mi ser como latido,
espiral de placer, sombra del tejo
cuya raíz marchita si me alejo
de tus labios... Te habito aunque te has ido.

Dejaste mis deseos amarrados
más allá de los vastos horizontes
que desnudan mis ojos en tu pecho.

Más allá de los bosques encantados,
de los valles del alma y de los montes
dejaste mi paisaje satisfecho.