lunes, 29 de abril de 2019

Let things come to you


Mi vereda es estrecha.
El cielo inmenso.
Tropezando en cada gesto
te deseo.
¿Cuál es el camino
que lleva del amor al olvido?
En esta encrucijada
quiero cruzar tu cuerpo
campo a través.

Esperar a que ocurra
acaso el milagro de un beso.
¿No es absurdo
esperar una eternidad
lo que es eterno?
¿No es irónico
esperar al amor
que llevó dentro?
No, mar silente.
Yo nunca desespero.

Pero si un día
se ahoga todo el ruido
en el silencio
y abierto el éxtasis
tus labios en mis párpados
sellan la espera,
deja que el tiempo muera...
Que tus labios desnudos
estrangulen las horas.
Que una caricia, gata,
duerma a la primavera.
Que las noches se llenen
de luz de estrella.

domingo, 28 de abril de 2019

Mimosa. Haikus de primavera


Vilanos de álamo
llenan el aire en paz,
sin remolinos.

Leo en el cénit.
Luna Santa menguando.
Noche de grillos.

Procesionarias.
Las cosquillas del bosque
bajan del pino.

Buscando nido,
golondrina en un cable.
Tartamudea.

Te echo de menos
como barca a la mar
desde la arena.

¡Vuelve, mimosa!
Quiero libar tu flor.
Es primavera.

Amor en expansión



Entre las estrellas cabe un sueño.
Las miro sin pestañear.
En ese vacío inmenso
que dejan entre ellas
está el recuerdo tus labios
buscando en los míos la luz,
la memoria de tus ojos cerrados
virtiendo eternidad en mi boca.

Ahora busco estrellas fugaces...
Aunque sean estrellas de mar.
Hay más constelaciones en tu piel
que en el tímido reflejo de la luna
en un mar imaginario.

Enséñame el camino, supernova.
limpia mi mente de agujeros negros.
Quiero cerrar el tiempo que no vivimos juntos.
Y agotar el espacio que hay entre nuestros pechos,
sincronizar el ritmo de nuestros corazones,
apurar los segundos robados a lo eterno...
Como cuando nuestras manos se entrelazan
y en nuestras miradas surge ese brillo
del que naciera
al principio de todos los besos
el propio universo.

Miro el firmamento.
Tu nombre.
El silencio.

jueves, 25 de abril de 2019

Confía


Confía en mis caricias
porque nacen del alma
y van al alma
rozando apenas piel.

Confía en mi memoria
porque ya he olvidado
todo lo que no es bello,
todo lo que no existe.

Confía en mis instintos
porque han hecho el amor
con una estrella fugaz
sin consumirse
apenas.

Confía en mis lágrimas
cuando el viento y el sol
las convierten en sal
sobre tu reflejo vacío
en mi pupila.

Confía en mis palabras
porque miento solo para amarte
y todas son tu nombre.
Incluso el silencio
es tu nombre.

Confía en mí, amapola,
siempreviva. Confía,
porque en esa sonrisa
me cabe el firmamento
de las azules noches
más allá de la fe
y de la belleza.

martes, 23 de abril de 2019

Hipotermia


Estoy desnudo.
En cuerpo y alma.
Toda mi fealdad
y mi belleza.
¿Qué más puedo enseñarte?

No eres mortal
como otras musas.
Nunca una lágrima
te borra la sonrisa.

Tampoco eres divina
porque no crees
que el amor puro pueda
salvar tu alma.

Pero eres libre.
Libre. 

Libre como una niña
que camina hacia el mar
con sus juguetes. 

Libre para ignorar
sonriendo lunas
el tiempo que han tejido
las Moiras crueles. 

Libre para volver
a nacer de la espuma
rompiendo el hielo ártico
como una Venus. 

Libre para ofrecer
un beso, flor... O un libro
a un corazón abierto. 

Libre para sentir
miedo de amar acaso
cuando morir amando
no es sino pura vida. 

Libre para ofrecer
tu hombro, tu piel, tu pubis 
a un amigo 
o a un monstruo. 

Libre para reirte
de quien solo te adora
porque no eres un ídolo,
sino un gato salvaje.

Yo estoy desnudo
y tú eres libre.
¿Aún tienes frío?

domingo, 21 de abril de 2019

Tiempo perdido (haikus de primavera encadenados, Lago de Garda, Domingo de Pascua)


Es primavera.
buscan las golondrinas
sus nidos viejos.

Viejos cipreses.
Las aguas transparentes.
Quietud de lago.

Lago de lágrima
por una amante ausente.
Nadan los patos.

¿Patos o cisnes?
¿Astarté o Afrodita?
Hijas del agua.

Agua de sauces
palpitando a mis pies.
Tímidas olas.

Olas, latidos,
el ritmo de un paisaje
dentro del mío.

¿Mío o de nadie
será el tiempo perdido?
¡De quién lo encuentre!

sábado, 20 de abril de 2019

Parapente (Monte Baldo)


La raíz del cabello, el raquis de la pluma
aman a la brisa.
Fénix, dame tus alas. Mi deseo
es un vuelo
de la montaña libre al lago de sus ojos.
En mi cielo, cristal, no viven sombras:
aguamarina aguardando aérea
la esfera luminosa de la luna.

Despierta, piel de nieve en roca viva,
las praderas de fárfara y anémonas
donde el viento del Sur rompe sus ráfagas
son tu colchón y la niebla, tu sábana,
ya se destapó al alba. Es primavera.

¡Dioses, abrid el Olimpo! Os lo suplico,
concededme la vida y la palabra,
que mis brazos alzados sean ramas
que acaricien el cuello de la aurora
hasta que rinda, trémula y cárdena,
sus suspiros callados a mis labios.

Sí mi Reina estuviera aquí en su imperio
sobre el circo glaciar que abraza el lago,
polinizando flores en mis ramas,
libando de mi estambre tembloroso,
deslizando su lengua entre mis pétalos,
ya habría alzado el vuelo que deseo
y vería el Olimpo tan abajo
que Afrodita, mirándome a los ojos
me diría "Tú amas... Vuela alto
aunque no tengas alas
sueña siempre, mortal,
que estás volando." 

viernes, 19 de abril de 2019

Romeo y Julieta (tragicomedia, Verona, Viernes Santo)


GIULETTA CAPULETTO-
“Amante, el cielo azul te delata,
el mismo que nos une y nos separa
herido por estelas de golondrina en la tarde,
herido de estrellas peregrinas en la noche.
Pero ayer no, mi amante...
Ayer no pude ver el plenilunio.
El cielo palpitaba como un banco de peces
y mis ojos abiertos que buscaban la luna
se encontraron la flor de los naranjos
que arraigan en el bosque de mis venas.
Allí sentí el influjo de la luna,
aunque no pude verla, entre azahares,
arrullada por la voz de tus lobos,
que acaso, lastimeros, me llamaban.“

ROMEO MONTESCO-
"Amante, el cielo es vuelo de gaviotas.
Viajo lejos de ti buscando mares
consciente de que tú los llevas dentro.
Solo hallo lagos quietos de agua dulce...
Toda el agua salada está en tus ojos
batiendo el malecón de mi consciencia.
Volar, llegar a ti y navegarte,
reflejar en tu piel mi luz de luna,
zambullirme en tu seno, en lo profundo...
Mis deseos, sedientos alcatraces
que beben de la espuma de tus manos,
de las suaves mareas de tus labios.
Si la muerte es tragedia, mi amante,
solo porque es ausencia,
¿por qué no estamos juntos
si nos sentimos vivos?
¿No es mi cuerpo sin el tuyo
solo la sepultura de mi alma?
Y si no estamos juntos
porque no hay voluntades sin cadenas,
¿no sería la muerte como abrir una presa
para que fluya el dolor al mar al fin
arrastrando los deseos estancados?"

GIULETTA CAPULETTO (desde las amapolas) -
"Calla, amante, sonríe afortunado.
Guarda esa daga sedienta de mi entraña.
Vive anclado en tu puerto de huracanes
que sus aguas esconden
anillos encantados
robados por piratas a sirenas.
Espérate a qué amaine la tormenta
para abrir sin temor tus leves alas.
¿Me retendrían acaso
tus manos temblorosas
si quisiera volar libre y desnuda
más allá de la vida y de la muerte?
¿Romperías mi tela si yo fuera
Ariadna en laberintos de cristales ajenos?
Báñame con tu luz, perfúmame de amor,
pero no hieras ni grites,
que las mariposas ya duermen."

ROMEO MONTESCO-
"Jamás, mi amor, pondré jaula a tus alas.
Te aguardaré cuidando los jardines
que florecen tan solo de sentirte
al filo de susurros y palabras,
a la sombra del árbol más prohibido,
a la orilla de la laguna Estigia
esperando paciente a mi barquero.
Y si vienes una tarde de verano
con los pechos en flor y esa sonrisa
que despierta luceros en mi aurora,
yace conmigo, reina de los faunos,
ábreme el cielo en íntimas caricias
para que el mar penetre en mí y mi lengua
llena de sal revele el nombre eterno
de la diosa que vive en nuestro templo."

jueves, 18 de abril de 2019

Medio Limón (Limone in Garda, plenilunio)


Corta un limón en dos
frente a un espejo.
Enfoca las mitades.
¿Cuál te encaja, sirena?
¿la otra mitad acaso...
o su reflejo?

Si es la otra mitad
nunca
debiste separarlas.
Si es su reflejo
la realidad inversa
y es perfecto...
¡Lástima que sea
solo un reflejo!

Oh, maga de la luz
que alimentas mi alma
con dulzor y acidez
que me abren imparable el apetito...
No busques más mitades
en desgajadas sombras.
Exprime tu mitad
hasta la última gota
de su precioso jugo
y unta tu piel de diosa
con la esencia
de su corteza pura.

Porque hay medio limón, sí,
entre tantos millones,
viejo, seco, arrugado,
que no proyecta sombra
ni reflejo,
muy lejos de tu huerta,
en un paraíso de cidros y azahares
a la orilla de un lago somnoliento
que, exprimido hasta destilar
el propio espíritu,
sueña tu medialuna, Isis,
en misterio platónico
y deviene plenilunio.
¿Qué luz puede revelar
lo intangible?

Pero aún así, mi musa,
si tú quisieras siempre
jugar a encajar otras mitades,
déjame al menos
ser el jardinero
que cuide tu vergel
para que tengas siempre
flores y frutos frescos... 

Si ves que lloro, niña, 
es que el cortarlos
me ha saltado una gota
de zumo al ojo.

miércoles, 17 de abril de 2019

Parque


Una hilera de olmos
guarda el camino
que desciende hacia el lago.
Verde sobre verde.
Melancolía.

Las cortinas de sauce
velando las riberas
para que el sol no duela.
Aleteo de esfinges.
Sed de luna.

Un seto de laureles
en torno a la fontana,
un silencio de peces
bajo el rumor del agua.
Divina soledad.

Oscuros, los cipreses
son torres sin campana.
Son mordiscos de noche
en la mañana.
¿Vértigo? Lágrima.

Los retorcidos pinos
queman la tarde
entre arrullo de tórtolas.
En su corteza roja
clavo mis uñas. Grima.

Bajo el magnolio
pasean las muñecas
de piel de nácar.
Quizás un primer beso.
Nido de urracas.

Altas las palmas
cimbreando sus troncos
aguardando huracanes,
evocando pirámides.
Playas sin algas.

Alguien podó los plátanos.
Sus cicatrices blancas
les hacen sabios.
Corazones tallados.
Heridas. Grapas.

¿Dónde duermen los ginkgos?
¿Dónde guardan las geishas
sus abanicos?
Templo. Secreto.
Amor. Deseo.

Tras los nobles olivos milenarios
se pone hoy el sol
para ascender mañana.
Queda una noche oscura
de minutos larguísimos
que en tu piel hoy ausente se tornarían
en millares de besos.
Añoranza.

lunes, 15 de abril de 2019

Lágrimas de gárgola (Milán, lunes santo)


Puedo nadar contra la multitud
o dejarme arrastrar por la corriente.
Navegar deslumbrado hacia la luz
o desplegar las velas al Poniente.
Volar mi alma-cometa hacia el azul
o dejar que anochezca, simplemente...

Puedo sentarme a ver pasar las nubes
o cabalgar en ellas el paisaje,
admirar las heridas que en el cielo
dejan las afiladas catedrales,
subir por las ojivas al silencio
o beber el color de los cristales.

Pero no puedo profanar la estrella
que delata a los Magos sepultados,
no puedo perturbar la paz que sella
las criptas donde duermen los pecados
que el tiempo y la memoria no confiesan,
recuerdos de deseos no olvidados.

Yo no puedo vivir sin tu sonrisa,
monalisa de piel de primavera,
ni ver arder belleza en tu retina.
No aguanto más la lágrima que espera
la gárgola asomada en su cornisa.
No soporto que lo inmortal se muera.

Esta noche podría en tus abrazos
esperar a que todo el orbe ardiera,
que estallasen vidrieras en mis labios,
que callasen los tubos de mis órganos
y los cansados nervios de mis bóvedas
se desplomasen sobre tus caderas.

Puedo sentir dolor de templo en llamas
o de cenizas que se lleva el río
hacia mares de azogue y esmeralda,
pero no puedo amar sin los latidos
que grita el corazón como palabras
rompiendo la distancia y el olvido.





domingo, 14 de abril de 2019

Dentro (Milán, domingo de ramos)


Te escucho como al mar las caracolas,
lejana pero intensa, desde dentro,
desde la última vuelta diminuta
de mi alma espiral o columela
que gira en torno al cielo de tu cuerpo.

Te abrazo como el viento a los cipreses,
rodeando con furia tu cintura
sin apenas mover tus firmes ramas
ni distraer tu rumbo a las estrellas,
sin robarle tus sombras a la luna.

Te miro como el río a la alameda,
pasando eterno al pie de tu frescura,
dándote de beber mi propia savia,
mendigando tu sombra y tus caricias
que arrastraré a mi desembocadura.

Te beso como un ave en un oasis
que ha volado millones de desiertos
sobre dunas de arena y de cemento,
con las alas del alma en pluma viva,
la lengua hinchada, el corazón sediento.

Te siento como aroma de glicinias,
cierro los ojos y nado en tu aliento
aunque estés a años luz de mis poemas. 
No puedo huir, no, luna, aunque quisiera...
Ni quiero huir... ¡Porque te llevo dentro! 

viernes, 12 de abril de 2019

Volar sobre el vacío...


Volar. Sobre las nubes tan calladas...
Volar sobre la ausencia y el anhelo.
Por encima del mundo de las almas.
Por encima del propio vacío
que ha dejado tu piel en mis palabras.

Volar al corazón del propio cielo
trazando estelas al pulmón del mundo
sin respirar tu amor, solo sintiendo
un vértigo que no es pasión ni miedo.
Es la esencia de tu alma ardiendo viva.

Quema por mí un incienso de gardenia...
¡Que se inflame la atmósfera de aroma
aunque no quede oxígeno en mis venas
para cuajar la lágrima que espera.
Quizás me haga llorar el propio humo...

Volar de una nostalgia a otra nostalgia,
ibis que migra lejos de su río,
más allá del deseo y la distancia,
dejando el corazón allí, prendido,
con un delfín al pie de una montaña.

miércoles, 10 de abril de 2019

Un arco iris


Natural como el viento entre las hojas
susurrando caricias a la tarde,
como lluvia de abril tras los cristales
de nuestro corazón-invernadero
donde florecen todas las orquídeas.

Naturales los besos o el instinto
de levantar un árbol que ha caído
abatido por ráfagas de furia
o por la luz febril del arco iris
que pinta una sonrisa en tu retina.

Violeta en párpados de sueño, noche-lirio.
Añil de mar que fluye, agua salada.
Azul de cielo herido por las nubes.
Verde selva soñándose en mis ojos,
Amarillo de lima y girasoles.
Anaranjado de albas, días nuevos.
Rojo amapola, as de corazones.

Naturales los cuerpos que se aman
mientras las almas rozan las estrellas
y las raíces nunca más desnudas
penetran los aromas de la tierra. 

Ultravioleta, flor de despedida. 
Infrarrojo, calor de piel, belleza.

lunes, 8 de abril de 2019

Contrapunto


¿En qué frecuencia vibra
tu libertad de estrella fugitiva
que va de la alborada hasta el ocaso
pintando estelas limpias como lágrimas?

¿Es la armonía azul de las esferas
que tus ojos reflejan en topacio
con el brillo de mil espejos vivos
el contrapunto de la mar el calma?

¿Qué tono arrancará tu nombre al viento
haciendo eco en las olas y en la arena?
¿Qué acordes de cristal o qué caricias
recorren la distancia entre dos almas?

No es música mi voz, ni tu silencio
es la ausencia del trueno ni su olvido.
Amas sin noche, bebes sin que el labio
roce la piel del agua incandescente.

¿Cuándo en este pedazo de universo
bañado por tu sangre y mi saliva
remontarán los ibis ese vuelo
que ha de teñir de rojo los ocasos?

¿Cuándo, reloj, infancia, ave o planeta
romperás las cadenas de la mente
para que el corazón lo asole todo
y no quede ni un pétalo de duda?

¿Cuándo nacerá blanca y misteriosa
la luna que revele nuestra sombra
sobre un mar que custodia en el silencio
el canto espiritual de las ballenas?

¡Ah, si la luz desnuda, acaso el viento, 
borrara cada brizna de mentiras, 
si mis ángeles vestidos de sonrisa 
se rindieran al amor que nos transpasa! 

sábado, 6 de abril de 2019

Siesta con lluvia en la ventana


Medita, delfín, en el fondo del cielo.
Pinta de colores desnudos las sombras.
Respira la música y toca el silencio
con dedos-aletas que acarician sueños.

Si pudiera amarte como aman las olas
al coral en polvo de las playas blancas
sin temer al tiempo, bebiendo las horas
con los labios húmedos de las caracolas...

Pero estoy cansado, viejo como un barco
que encalla en la isla que ama contra el viento
y estrella en las rocas su carga de náufragos,
ancla sus deseos y se sueña hundiéndose.

¿A qué tienes miedo si no es a estar sola,
si tu jardín íntimo florece infinito,
si tu sangre es puro tinte de amapola,
tus ojos la vida, tu silencio un grito?

Tú no tienes vértigo, dijiste al abismo
mirando hacia arriba con el pecho abierto,
con la mar serena, con los ojos limpios,
con el alma llena de anhelo y recuerdo.

Tú no necesitas reunir el valor
para que tu alma conquiste el océano,
alcanzar la luna y hacerle el amor,
cerrar en tus labios mi esencia, lo mágico...

jueves, 4 de abril de 2019

Rebeldía

Te escucho huir descalza en mi memoria...
A veces en silencio. Me ensordece.
A veces en caudales de palabras
que fluyen por su cauce alborotadas
hasta el mar de mi mente tormentosa.

Hay algo tras tu mirada, un pasadizo
que va de tu sonrisa al corazón,
un laberinto en el que me he perdido,
donde Ariadna devora mis entrañas
y escupe sombras, sueños y deseos.

Vienes y vas, marea, golondrina,
contraes mi corazón y lo dilatas,
me robas toda el alma y el vacío que queda
me lo llenas de besos y caricias.
Llegas oliendo a humo y despedida.

¿Sabes quién eres, diosa de las aguas?
Isis buscando pedazos de Osiris
en el atardecer de mi consciencia
deliciosamente descuartizada
a orillas del Nilo verde de tu inteligencia.

Y así pasan las lunas, dejando estela
de soledad, belleza e ironía.
Así pasa tu piel por mis caricias
dejándome en ayuno de cariño,
hambriento de belleza,
náufrago en un mar de amapolas.

Y cuando cierras tu corola,
libre y pura
y quieres estar sola, la única flor
que duele en mi paisaje,
me quedo en el umbral del paraíso
regando tus jardines con mis lágrimas.




miércoles, 3 de abril de 2019

Prólogo del vacío


¿Sabes que el silencio se amplifica
dentro de la espiral de una caracola?

¿Sabes que el corazón es una víscera
que mide el tiempo a golpe de emociones? 

¿Sabes que si respiras y no amas
o si amas y tu amante no respira
estás viva, mi amor, pero no vives? 

¿Sabes que la impaciencia es una aguja
que perfora las sienes del amante
hasta que sangra el alma como lágrima
y se diluye en órbitas de olvido?

Sí, lo sabes o sabes que lo ignoras...
Yo veo, como tú, el vacío infinito a mis pies.
El océano, Andrómeda.
Veo el vuelo último, el peligro.
Lo veo en tus ojos cuando mienten su lágrima.
Pero no lo temo.
No hace más que acentuar
toda esta belleza.

martes, 2 de abril de 2019

Tras este instante (Nada)


Tras el silencio
hay olas.

Tras el vacío
hay aguas cristalinas.

Tras el espíritu
hay miradas
que penetran toda esencia.

Tras el tiempo
hay esperas.

Tras el firmamento
hay espejos rotos
disfrazados de estrellas.

Tras estas palabras
hay miles de páginas en blanco.

Tras mi vida
habrá vidas soñadas.

Tras la muerte
hay pájaros sin alas.

Tras la noche
hay un escalofrío.

Tras el amanecer, 
hay nubes emboscadas. 

Tras la lluvia 
hay flores en la arena. 

Tras tu ausencia
hay fantasmas de lágrima.

Tras este instante,
amor,
no hay
ni ha habido
nada.

Vive.
Vuela.
Sí, ¡ama!
Desnúdate.
Descansa.