lunes, 23 de julio de 2012

Crepúsculos. 2012

Ocasos hay. Cada tarde
se suceden. Sócrates crucificado
escupiendo cicuta. Kamikazes
en el parabrisas. Jesucristo,
Barrabás, andando sobre las aguas,
jugando con fuego. La muerte
apura una calada. El milagro
lo traen cada año
las golondrinas.

¿He perdido la fe? Nunca
la tuve. Te amé, trascendí,
te hice sacrificios, libaciones,
sonreías. Marx y Lennon
descalzos por la playa
fueron testigos mudos.
Te vimos morir todos,
profeta, mentiroso, la salvación del alma.
Las gaviotas picaban
tus ojos de cadáver.

Amanecer es siempre. Yo aún dormido.
El viento me acaricia. Tú me besas la herida
abierta. Los estigmas. Siddharta,
Santa Teresa, amantes hasta la sangre,
caminando sobre el fuego, jugando
con las aguas. Amanecer
es el final, oh, amantes,
de una noche larguísima de gozo.
¿He perdido la fe? Mañana
te contesto. Mi pensamiento ahora
se enreda entre las algas
del desierto. 

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