miércoles, 16 de abril de 2008

UN MAR TODO

No somos extraños corazones de ópalo,
vacíos pendientes de una muerte hecha instante.
No somos suaves cadáveres de humo
pendientes de la brisa de invierno en los cristales.
No somos noche, ni plata, ni beso...
Somos un mar todo... ¡Mucho más que eso!

Creamos en nuestra distancia descalza
destinos que otras mentes destruyen.
Un segundo en tus manos
se viste de eternidad y espuma.
Una lágrima a mis pies es un océano
que silencioso escurre de tu memoria.

No somos cuerdas tendidas sobre un porvenir de aristas,
ciudad irrespirable bajo un sol que los niños no conocen.
No somos cuerpos frágiles teñidos ya de ocre,
belleza incorrupta sin pecho ni vida.
No, no somos piedra, ni fuente, ni fuego...
Somos un mar todo... ¡Mucho más que eso!

Vibramos hasta una playa de música.
¡Ah, la luna es enorme!
Luz, luz, luz:
Me siento puro como lo azul,
vivo como la creación misma.
Tú eres mi génesis.
Yo soy tu encuentro con lo no humano.
Respira todo el cielo de una vez,
pero deja ahí colgada el alma de las estrellas.
¡Somos plenitud!

No somos breves imágenes de amor
clavadas en la frente de un recuerdo que duele.
No somos ansia ni agonía en libertad
ni muro destruido por manos inocentes.
No somos palabra, verdad o silencio.
Somos un mar todo: ¡Mucho más que eso!

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