lunes, 21 de junio de 2010

LLUVIA EN ÁMBAR

Última herida. Piel de muerte, la aguja
sobre la esfera vacía,
campanada o choque
del instinto contra el perfil de la razón.

La tráquea del tiempo alfombrada de sentidos
te aspira.
No despidas la luz que conociste.
El ámbar es testigo de desdichas plateadas. No despidas
al cielo,
océano de arcos apuntalando la tragedia. Ámbar
que se oscurece.

Otra verja cerrada: el desierto.
Mi piel será sólo un paisaje,
jardín de tus temores, turbulencia de sombras cegadoras
después de la lluvia.

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