Ala de otoño entre las nubes,
Medusa está en el aire.
Ardiente en su refugio
la rosa de su sangre,
pétalos sin razón
ebullendo en silencio.
Algo viscoso surge en la memoria
cuando el filo se entierra
en la carne.
Pétalos, corazón,
palpitación violeta en las bocas de los peces,
corola iluminada por un núcleo abierto,
ignición absoluta
del clavel o la sangre
en las nieves perpétuas.
Naufragio, soledad,
luz que no cesa...
Medusa está en el aire.
lunes, 17 de enero de 2011
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