miércoles, 8 de julio de 2020

Deriva de nostalgia pura


Te echo de menos,
perla-espejo, esfera de cristal
que encierra toda luz,
todos mis sueños... 
Memoria indeleble de un paraíso
besado con los labios del silencio. 

Te añoro ante lo inmenso del paisaje,
de las cumbres sedientas de nieve,
del verde esmeralda de los bosques, 
del océano inmenso imaginado
entre el cielo y tus párpados. 

Te echo de menos.
Toda esa belleza dulcemente filtrada
a través de tu piel de seda y argán,
a través de tu tacto de plata en mi pecho
cobraría sentido, dormiría
la paz que sumerge luces en la noche
y sombras en el día. 

Te extraño aquí, sirena,
ante el nenúfar que nace y se abre
como síntesis de toda la belleza.
Sin tu instinto felino
me siento casi ciego
porque tú eres capaz
de cerrar esos ojos de sal
y ver el universo
con el alma.

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