martes, 12 de octubre de 2021

De la nada

De la nada

surge todo:
la semilla,
la flor
y el fuego
devastador.
La angustia
y el consuelo. 

A la nada
todo regresa. 
Cada flor entrega
uno a uno
sus pétalos marchitos
al viento o a la calma
para saldar su deuda
de tiempo consumido.

Hojas de otoño.
Aviones de papel.
Fugaces
testimonios
del peso de la nada
en nuestras miradas,
nos recuerdan
antes de desaparecer
que el espejo
no emite luz.
La refleja.

La nada
llena todo.
El cielo está colmado
de vuelos de pájaros heridos.
La mente está repleta
de esperanzas.
No cabe
ni un solo deseo más.
La nada
ocupa todo.

Un día no estaré.
Y nadie se preguntará
si es que me he ido ya
o es que aún no he llegado,
porque nadie conocerá
mi esencia, mi presencia.
Porque no habrá ya nadie
ni lo hubo
salvo la flor
al borde del camino
esperando
eternamente
la primavera.

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