miércoles, 24 de julio de 2013

INSOMNIO

Como dijo el vagabundo
poeta acaso:
llevo días con la mirada fija en el suelo
buscando las estrellas.

¿De verdad son las lágrimas de vodka y sal?
Por eso me escuecen tanto los ojos.
Llevo días dando vueltas
a la cara oscura de la luna.

¿De verdad me deseabas? ¿De verdad?
¿A mí? ¿A este hombre gastado, torpe despojo de una lejana juventud?
¿A este torbellino de ilusiones grises
escritas con palabras que comienzan en negro y acaban en blanco?

Debí quitarme el traje de cadáver,
la mortaja del pánico
y debí haberte amado unos instantes,
recordar cómo suenan los latidos.

Como dijo el vagabundo, ese granuja,
al ver que la vida le quedaba grande:
Llega el próximo tren. Cara, me subo.
Cruz, me tumbo en la vía.

Boca arriba, claro,
para ver al fin las estrellas.

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