lunes, 7 de febrero de 2022

Agonía del antihéroe

 

Calma, guerrero herido.
El mar no cesa. La sal
va deshaciendo
los cuerpos en la orilla,
sus sudarios de algas,
el silencio no deja escuchar
el fragor de la batalla.

El templo está cerrado
pero a su noble puerta
donde queman incienso las cigarras
el rumor de las olas es un bálsamo
que cicatriza agujas en el alma.

Tu mirada cansada en los espejos...
No sé decir si gritas o si callas,
si amaste o si dejaste
tus pasiones ahogadas en la playa.
Te llevaron las brisas.
Te trajo la resaca.
Te acaricia la noche
con sus manos de larva,
te besa su saliva de luna coagulada,
te perfuma las sienes
con su aliento de escarcha.

Solo sabes perder.
¡Desnúdate ya, héroe!
Envaina ahora esa espada teñida de derrota,
despójate del corazón-coraza,
de la lágrima última
que han de beber los cuervos.
Concédele a la muerte una esperanza.
Sube a la barca lenta que te acerca
a un tiempo sin relojes ni esperas,
a una isla-universo
en medio de la nada.

No hay comentarios: