viernes, 18 de septiembre de 2020

¿Brillas?

 

Siempre. Una esfinge
perfecta. Una isla. Nunca.
Una sirena herida. Playa.
Échale sal en los ojos
para que no llore.
Jamás.

Lágrimas. Desde el vacío
más profundo. Silencio.
Cayendo en el corazón
del paraíso. Yo amo.
Yo disparé el arpón.
Perla, te amo. Hiero
el pecho perfecto.
Arsenal de deseo
en mi conciencia. Caricias. 
Bombas de racimo.
Sangre hirviendo. Sed.
Humo.

Principio. Fin. Secuencia.
Ascenso hacia la muerte
sin descansar apenas
cada séptimo día. Amar
tu reflejo en mi iris
cuando mi mirada penetra
en lo más profundo de ti
es amarte a ti misma
desde fuera de tu ego.
Amar es el sabor.
El color de la vida
que huye de tu pecho
cada minuto. Sesenta latidos.
Latido. Silencio. Latido.

Silencio.

Shhhhh!

¿En qué escala se mide
ese temblor arcano
que siente un labio
ardiendo
al rozar otro labio?
¿En qué escala, Majestad,
mide el rey león
su afilada autoestima
entre las alimañas?
¿En qué escala, Alquimista,
mide su pequeñez
un elefante?

¡Silencio!

Entre miles de estrellas
brillas más. Supernovas,
luceros, cometas pasajeros,
planetas errantes, lunas
de sangre y hielo
contaminan tu magnética luz,
mi Norte, mi perla celeste.
Pero tú brillas más.
Cuando cierro los ojos
solo tú reinas, nítida,
con tu fulgor intacto
en pleno firmamento.

¿A cuantos años luz
estás de mi mirada?

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