domingo, 27 de diciembre de 2020

Cuando me devuelvas todas las caricias

 

Cuando me devuelvas todas mis caricias
haré un mar con ellas.
Luego, en pie, a su orilla,
en un alba estática,
escucharé a las olas,
una a una, besar al fin
mis pies cansados
de correr hacia ti.

Cuando me devuelvas todo mi deseo
tenderé mi piel
en prados de heno
para que el rocío,
la luna y el vuelo
de tu ave de presa
desnuden despacio
las sombras de mi alma
y al fin libre, extática,
bañes de saliva
mis labios sedientos.

Cuando me devuelvas la flor de los besos
que sembré en tu espalda
e injerté en tu cuello
no habrá primavera
para tanto invierno,
ni rosas ni espinas
para mis recuerdos
que alivien el frío
del resentimiento,
que vistan jardines,
pétalos de cielo,
que aviven el fuego,
el rescoldo aún vivo
de los días muertos. 

Cuando me devuelvas todos mis sueños
quizás sea tarde.
Ya estaré despierto.

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