miércoles, 2 de diciembre de 2020

Urgencia del dharma

 

Nuestro tesoro abarca
todo lo que nos dan
y todo lo que nos niegan.
Si me niegas el tiempo que me habita
ya no habrá otro latido.
Habrás perdido
todo lo que yo nunca te hubiera negado. 
Si me amas, escucha:
estoy en el silencio.
Y si me añoras, mira
esta luna bebiéndose la noche,
tan solo un reflejo
de la cara oculta del sol.
Si aún vives abre las olas
ante del espejo de los cielos,
sirena-mariposa,
y vuela por el fondo
de mi alma cristalina
sin dejarte la piel
en los pecios profundos,
sin quedarte en la superficie
de las constelaciones rotas.

No hay futuro, pitonisa,
que no haya transcurrido
siempre
en este preciso instante.

Dame esperanza,
flor de luna...
Dame el ahora.

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