jueves, 14 de enero de 2021

Detrás del mar

 

Abro los ojos. Reflejado
un ángel de puro hielo
traza el recuerdo nítido
de las líneas de tu rostro
en los espejos de la tarde.
Cierro los ojos. Desnuda
la luz cruza los mares
vestida de gaviota
en un viaje posible
solo apto para espíritus.

A tu lado el dolor
no conoce los cuerpos,
no comparte materia
con el placer que escondes
en lo más vulnerable
de tu profundo seno.
Si pudieras amarme
aun solo con silencios...
¡Si pudieras gritar
hasta romper sin ruido
esas alas de escarcha
al ángel de mis miedos!

Cierro los ojos tristes
qué miran hacia dentro.
Vislumbro un horizonte
que no sé si comprendo.
Toma mi mano y dime
si estoy ciego o si vuelo.
Contéstame, horizonte:
Detrás del mar... ¿Hay cielo?

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