lunes, 11 de enero de 2021

La helada

 

Fría.
Fría y callada.
Silencio desafiante,
noche en que cada instante
de pura oscuridad
es la premonición
del aullido del cárabo
que ha de romper mis sueños
en pedazos.

Fría.
Fría y amarga.
La lengua lacerada
de descalzar palabras
que invocan el olvido.
Toma mi mano aun lejana
antes de que el fantasma
de mi amor me abandone
y le prive a la flor
del centro de mi alma
del placer de su fruto.

Fría,
tan fría
que al despertar sin verte
mis ojos ciegan en la cencellada.
Si estuvieras aquí
te robaría el cielo
y se lo devolvería a las alas
de las gaviotas.
Si estuvieras conmigo
te ahogaría en el hielo
que tu mirada huída
dibuja en los espejos.

Fría,
Fría y desnuda.
Lágrimas de mercurio.
¿Has venido a traer
a mi jardín desnudo
tus disfraces de invierno?

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