sábado, 20 de marzo de 2021

Vacuo

Vacío.

Estoy vacío.

Lleno de ese vacío

en el que caben todas las ausencias.

Pero no ese vacío

que ha dejado en el aire 

el vuelo de los pájaros

ni ese vacío de fondo de espejo

que amenaza romperse con la lluvia. 

Siento un vacío inmenso

que cabe en una lágrima, 

que me traspasa de dentro hacia fuera

como si huyera del agujero de mi tiempo. 

No el vacío del dharma,

luz de la mente abierta al gran silencio

ni el vacío que enraíza en la retina

al contemplar el firmamento estrellado.

No el vacío que espera 

amanecer desnudo, sin palabras, 

rumor de caracolas irrompibles 

o alas de mariposa.

Siento o presiento 

un vacío densísimo, 

como si el alma muerta

me cerrara los párpados,

un vacío que solo

una caricia tuya

llenaría de pétalos.


¡Ah, volver a respirar

y llenar de belleza los pulmones!

¡Abrir los ojos y ver todo el océano

sabiendo que tu cuerpo es un velero

y tu espíritu es viento, viento libre!


Canto un vacío sordo

en busca de armonía.

Escúchalo, Madre Tierra,

siembra en él la semilla

de un olvido que colme

de musas sin memoria

las laderas etéreas del Parnaso

que se erige en mi larga noche.


¿De qué llenar los nidos de mi pecho

cuando todas las aves olvidaron

sentir la primavera? 

No hay comentarios: