miércoles, 2 de junio de 2021

Agua dulce, agua salada (soneto)

 

Cerrar los ojos ante el mar inmenso
para ver los abismos interiores,
buscar desierto donde solo hay flores,
sentir que no he soñado lo que pienso,

abrir la piel a miles de dolores,
flotar en el vacío, ese humo denso
del espíritu que arde como incienso
de la Ofrenda que a un beso cierra honores.

Decidle al mar que espere aún a mi barca
varada en la quietud de la tormenta.
Decid que fui pirata en una charca

y que mi libertad se fundamenta
en lo que un simple corazón abarca,
lo que la luz de la belleza alienta.

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