miércoles, 11 de mayo de 2022

Ocaso vertical


 

Sed de luz.
Miro al cielo
con los ojos cerrados.
Todas las estrellas
son agua de sal.
Las dulces estelas de las perseidas
desaparecen
antes incluso de soñarlas.

Sed de luz y belleza.
Miro al ocaso...
¡Calla! ¡Cállate, tiempo!
El sol yacente proyecta un rayo blanco
como si su espíritu vertical
huyese de las sombras.
Los pájaros, antílopes del aire,
dibujan una danza sin retorno
mientras el Sur se borra de mi brújula.

Sed de luz, belleza y magia.
Una catarata de crepúsculo
señala el punto del amplio horizonte
donde el sol sepultó sus mediodías.
Un geiser fluorescente, esas señales vivas
que indican tu no-ausencia
cuando ni estás presente
ni te espero.

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