viernes, 5 de julio de 2019

Reencarnación


Si morir fuera solo la resaca
tras el batir de la ola de mi vida
habría muerto anoche en tu silencio.

Pero morir no es dar solo a la Tierra
este cuerpo podrido de deseos.
Morir también es un delfín cautivo.

Hay quien se reencarna en colibríes
y vuela entre las flores de tu olvido.
Yo simplemente muero cuando espero.

Muero si el corazón lanza latidos
a un vacío infinito sin caricias,
sin labios que lo acojan en su seno.

Muero en cada minuto sin sonrisa,
en cada agua salada que no bebo,
perlas que nacen de un amor negado.

Si morir fuera solo haber vivido
y no soñar la piel que ya está ausente
habría muerto ya junto a tu océano.

Pero morir es culpa y añoranza,
es un grito que duele al pronunciar
tu nombre al Cielo y no tener respuesta.

Hay quien se reencarna en prostituta
que lame las heridas del Mesías
y saborea así la vida eterna.

Yo no creo en más vida que la que amo
y esta reencarnación es ya la última.
No me dejes morir... Dame tu luz, estrella. 
No renuncies jamás a brillar libre. 
Dame esa luz divina, ese destello,
esa sonrisa dulce, vida... ¡Vida! 



No hay comentarios: