martes, 17 de septiembre de 2019

Nada está escrito (Memoria de Sultán)


Envuelta en seda
la piel de sus senos
a contraluz,
campanas tubulares,
música para el alma,
instrumentos del viento,
enredaderas abrazadas al paisaje,
cortinas blancas, besos peregrinos,
piel de madera y polvo, templo,
la ventana de mi memoria...

Cualquier otro sabor
sucumbe al de sus labios,
chocolate y canela.
Me obsesiona ese ritmo,
sus latidos cautivos
en su pecho de alondra
cerrando entre vuelos y suspiros
toda esa libertad
que me explota en las manos
cuando apenas intento comprenderla

El libro de la vida y de la muerte
en sus últimas páginas
lleva impreso un poema.
Dice: "¡Dejadme sola!
No quiero amar la luz,
solo el reflejo,
porque la luna arde en la mirada
del escriba que vuela
en papiros de cielo
con las plumas quemadas por mi sombra."

¿Está escrito?
Todo está escrito.
Nada está escrito.

He vuelto a pasear
entre el atardecer y el olvido.
Delfines en el cielo de nuevo... 
¿Acaso una sirena piensa en mí?

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