martes, 19 de noviembre de 2019

La última hoja

Cuando el mar se convierte en un desierto
me ahogo en olas de arena,
me dejo jirones de alma prendidos
en los mástiles rotos
semienterrados
de tu ausencia en el naufragio de mis horas.

Desapareces.
No dejas ni un silencio
ni un grito
colgado en el vacío
y yo sigo esperando
condenado a no muerte,
a vivir con la vida ya enterrada
escuchando el eco sordo
que mis lágrimas
proyectan en el oscuro lago
de tus noches de soledad dormida.

Solo te pido eso.
Unas breves palabras.
Solo di "no me esperes"
y deja que me arrastre
el viento del otoño
con las demás hojas muertas.

No me dejes aquí
como esa última hoja,
pegado a la rama
más baja del olvido.

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