martes, 4 de agosto de 2020

Cielo, Tierra, Mar, Cielo

Con el cielo en las manos,
el pubis cubierto de helechos,
savia espesa en las venas
y una mirada limpia de abismos en el iris,
la Tierra se despierta
recibiendo en silencio
la raíz de los árboles.

Te lo diré callado
con mi tacto en tu piel:
la música es un grito
de silencio del bosque
y los violines todos
están hechos del alma
de los árboles sabios.
Cuando escuches el canto
desnudo de las aves
recuérdame que te recuerde
que te he amado en silencio
desde que el bosque es bosque.

Con el mar en los labios,
la magia de las olas acariciando playas,
sal gema en las arterias,
la mirada rendida ante todo horizonte,
el Océano duerme
bañando con sus sueños
tu cuerpo en sus bahías.

Te lo diré gritando
con alas de gaviota.
Cuanto más cerca vuelo
del horizonte limpio
más dentro estoy de ti,
acariciando el fondo de tu océano.


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