jueves, 6 de agosto de 2020

Eucaliptos


Dile al mar que no calle
el rumor de sus olas
que penetre y perfore
mi silencio de roca
como un reloj de agua
clepsidra universal
que arroja mis crepúsculos
de dulce soledad
a un firmamento pleno
de estrellas misteriosas 
tan hambrientas de sueños
que nacen en mis ojos
y atraviesan tu alma
como si estuviera dibujada en un papiro.

Si digo que te amo
y es el mar quien me escucha
no hay silencio más grave
o más profundo.

Dejó una ola desnudo
en los brazos de una estrella de mar
un beso de sirena...
Aún me duelen los labios de soñarlo.

En un lecho de hojas de eucalipto
duermo sin rumbo fijo
esperando a la luna.


No hay comentarios: