domingo, 2 de agosto de 2020

Júpiter sobre la luna

Ama, abre el alma.
Vive
sin máscara.
Respira
sin mascarillas.
Ciérrame en tu seno
como si me tragase una orquídea
palpitante, líquida, cálida.
Dibuja un laberinto
con tus labios en mi pecho
para que mis latidos
se pierdan en tu memoria.
Eres luz en mi noche,
me ciega la belleza
como si me salpicara
en los pliegues más íntimos del alma
la vía láctea.
Cabes en un abrazo
pero ese abrazo nuestro
no cabe en el espacio
ni en el tiempo
de este universo límite
porque el cielo es al mar
lo que mi cuerpo al tuyo.

Deja que toda niebla
disfrazada de lengua
armada con aromas
despierte los instintos
sin entornar los párpados apenas,
deja que muy despacio
bajo un manto de estrellas
la vieja tierra madre
nos lama las entrañas,
hasta ahogar corazones
en sus secretas simas.

Tu mirada, sirena de otros mares,
es la bahía calma
donde refresco lágrima a lágrima
la flor desesperada
de todos mis deseos.


No hay comentarios: