sábado, 19 de enero de 2019

Nevada


Un ángel se ha bebido todo el paisaje.
Nieve es lluvia en silencio,
es el alma ligera de las nubes
que se burla del viento.

Mi corazón hoy late a la intemperie
sin temor al invierno.
No soporta la cárcel de mi pecho
cuando el eco del tuyo
suena lejos.

Nieva sobre la savia de una rosa.
Nieva sobre tu nombre o mis recuerdos.
Nieva en la cara oculta de la luna.
Nieva en mi yo interior... Nievan deseos.

La piel de Dios es nieve
y la de Eva, que robó luz divina para el hombre,
es blanca como el cuervo o la paloma... 

Y ahora, tras la nevada,
¿Quién distingue el camino de los páramos,
el horizonte blanco de la luz siempre pura,
la soledad de la última palabra?

Ahora que todo el mundo se ha borrado...
Te esperaré a que surjas de la nada.

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