sábado, 25 de enero de 2020

Desayuna conmigo


Pinta en la umbría divina
de mi soledad descalza
una sonrisa de luz
que se proyecte en el alma.
Dales un beso a las las nubes
para que baje la lluvia
hasta mis labios de escarcha.
Déjame saciar la sed
de náufrago de coral
entre tus muslos de agua,
escuchar entre tus pechos
latidos o cataratas,
cabalgar la luna llena
por la arena de tus playas. 

Guíame contra mi estela
por caminos sin distancia,
arráncales los minutos
a los relojes que aguardan
primaveras que no llegan
tras inviernos de esperanza.
A la orilla de tu río
agota todas mis lágrimas
nadando contra corriente
entre cuerdas de guitarra. 

Ya se me agotan los días
que abrazan nuestras mañanas
cuando tu piel y la mía
se bañan de luz del alba.
¿Desayunarás conmigo?
Silencio.
Paz.
Tu mirada.
Tu mar.
Mi tormenta en calma.


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