miércoles, 21 de octubre de 2020

Contaminación

 

¿Heriría a un pájaro en vuelo
con mi mirada ansiosa?
¿Dejaría a su suerte
en el desierto sin oasis de mi alma
a millones de ballenas diminutas?
¿Escalaría cascadas de estrellas
si supiera que pueden apagarse?

Surca el silencio
la luz del corazón.
Fugaz estela.

Me miras desde otra noche
con esos ojos llenos de cristal
y eres como una gata de alabastro
que entre rayos de luna
ha dejado su presa en mi memoria.

Te quiero fuerte, luz primigenia,
porque de tu Ser emana el Nous que nutre el Espíritu universal
del que bebe mi alma...
Ese espíritu mágico que abarca
todo el cosmos
de ala en ala,
mariposa-espejo,
seno en flor del que nace
toda naturaleza.

Dime por un instante (y hazlo eterno) que es este Amor quien reina,
este silencio
sobre el ruido del mundo.
Dime que aquí,
en mis brazos,
nada nos contamina.

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