miércoles, 3 de abril de 2019

Prólogo del vacío


¿Sabes que el silencio se amplifica
dentro de la espiral de una caracola?

¿Sabes que el corazón es una víscera
que mide el tiempo a golpe de emociones? 

¿Sabes que si respiras y no amas
o si amas y tu amante no respira
estás viva, mi amor, pero no vives? 

¿Sabes que la impaciencia es una aguja
que perfora las sienes del amante
hasta que sangra el alma como lágrima
y se diluye en órbitas de olvido?

Sí, lo sabes o sabes que lo ignoras...
Yo veo, como tú, el vacío infinito a mis pies.
El océano, Andrómeda.
Veo el vuelo último, el peligro.
Lo veo en tus ojos cuando mienten su lágrima.
Pero no lo temo.
No hace más que acentuar
toda esta belleza.

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