jueves, 27 de febrero de 2020

Estrella que se apaga


Estrella que se apaga,
flor que marchita.
Ojalá seas parte
del eterno retorno
y abone mi cadáver
el sustrato precioso,
las gemas verdaderas
en que enraízan neuronas
de tu memoria de golondrina. 

Yo seré para ti
el elefante muerto
que no aguantaba el peso
de su propio cariño
y espero, solo espero
que cuando no estés ciega
y veas al espejo
cómo crecen tus alas
defiendas con tu voz
y la espada de fuego
de tus ojos abiertos
mis huesos de marfil.

Espero que le cantes
a la primera aurora,
a las playas del tiempo
que nuestros pies no hollaron
la canción de las olas
que el corazón del bosque
compuso en nuestro lecho
bajo miles de estrellas.

Espero que le digas
al diablo que te roba
millones de domingos
que de verdad me amaste
como solo se aman
los recuerdos de infancia,
como solo se ama
cuando se entrega el cuerpo
a ese amante sediento
que ha de beberlo todo
gota a gota.

No hay comentarios: