viernes, 28 de febrero de 2020

He visto amanecer






Vi amanecer
en un remanso del río de la vida.
No me cegaba el sol
sino el deseo.

Entretuve la mirada,
telaraña de mis sentidos,
rozando con dedos imaginarios
la flor de los almendros y los prunos.
Su belleza reside
en su fugacidad...
¡Como si de repente
abrieran el corazón
millones de estrellas de cinco pétalos
proyectando en la plaza
mi jardín íntimo
en pleno día!

Diría que te añoro
hasta el dolor,
musa fugitiva de su propia magia,
manantial de la luna.
Lo gritaría aún
con la voz que me queda
pero hoy solo me escucha
un inmenso vacío
que me devuelve ecos de nostalgia.

He visto amanecer.
Ahora el sol quema en mi piel,
lame mis huesos,
y es su calor
un refrescante alivio
al ardor del deseo.

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