Te amo como luna a su horizonte
donde sueña acostarse como perla,
plácida flor de luz... Quisiera verla
en su última deriva. Sin remonte.
Te amo como mi alma ama a esa luna,
nácar frío que absorbe mis pasiones
cuando la noche de tu piel repone
las sombras de mis besos una a una.
Te amo en un silencio que no calla,
rumor de mar lejano o caracola
que no conoce vientos, sino olas
mudas de espuma heridas en mi playa.
Te amo soñando aún, pura inconsciencia.
Ajeno a mí, mi espíritu emergente
desborda azul los cauces de mi mente
y en tus colores sacia su carencia.
lunes, 1 de octubre de 2007
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