Despierta, musa,
que la luna ha huído
y el cielo se ha llenado de sirenas.
¿O son estrellas? ¿Cantan las estrellas?
Andrómeda está suelta, liberada,
bajo mi piel vuela descalza
alentando deseos como un monstruo de azúcar,
como un cuchillo azul cortando el agua.
El vino es dulce aún y la alborada
es rojo de coral en mi memoria.
En mis venas la música encerrada.
En mis ojos prendido el firmamento.
Sigo soñando ¿Brillan las sirenas?
Imagino tu voz temblando al viento.
Imagino tu lágrima-regalo.
Imagino una novia emocionada.
Y más allá del cielo (¿no lo notas?)
hay una luz-amor que inunda todo.
Me ciega el corazón el no tenerte
esta noche dormida entre mis brazos.
lunes, 15 de octubre de 2018
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