lunes, 6 de mayo de 2019

Tras el silencio (El naufragio)


Hay algo más vacío
que el propio silencio:
su eco.

El eco larguísimo
del silencio que queda
cuando se apaga el grito.
Cuando nadie contesta
a los gritos de auxilio
desesperados,
cuando el corazón sigue parado
en el eco del silencio
tras su último latido
pero la vida sigue
alrededor.

El eco que ha dejado
la verdad silenciosa
que todo lo pervade
tras el derrumbe
estrepitoso
del castillo de naipes y pluma
de la mentira que cosía el aire.

Mariposa,
tu silencio
es dulce y cruel
porque si tú no vuelas
vuela el miedo con tus alas
y todas las amapolas
pierden sus suaves pétalos
y dibujan un tornado
rojo sangre en mi cielo,
una tromba marina
que es mi grito, sirena,
que ensordece a los peces
que en el fondo
adoran mi silencio
de náufrago.

Hay algo más vacío
que el eco del silencio
que atormenta a ese náufrago
que habita en mis entrañas.

Dame la mano, amor,
que he perdido mi barco en la tormenta
y no quiero
(deriva, ola, luna herida,
silencio, eco, silencio,
estrellas ignoradas,
lágrima en el océano)
morir ahogado.

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