domingo, 25 de noviembre de 2018

Cristales rotos


Cálida. Suave. Limpia.
Orquídea de invierno.
Pétalo aterciopelado.
Labio de seda húmeda.

Vengo desde la lluvia
pisando hojas de otoño
y torrentes de luna.

Vengo desde el silencio
(me dan miedo las sombras)
hasta tu espacio nuevo
donde reina una luz que tranquiliza
y en mi retina-espejo se hace lago.
Nadan en luz los cisnes de mis sueños.

Es la fragilidad de los instantes mágicos,
rendidos al poder de la belleza
lo que les hace únicos.

Tan solo el estallido de los cristales rotos
nos recuerda que, acaso, ha caído una estrella
y que el mundo podría hacerse añicos
justo cuando empezábamos a amarnos.

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