viernes, 30 de noviembre de 2018

Tus umbrales


El umbral del paraíso
está en tus labios prohibidos.
Es tu voluntad cerrarlos
pero es mi deseo abrirlos.

Es el umbral de la entrega
total de tu cuerpo al mío.
Cruzarlo sería fuego.
No cruzarlo fuego frío.

Como desemboca el cielo
en amaneceres vivos
o las nubes en el sol
o los mares en los ríos
o en las playas esas olas
que las rocas no han herido,
así imagino tus besos,
en el tiempo suspendidos.

Quisiera ser como el agua
que acaricia tus sentidos.
Quisiera ser como el viento
en tus cabellos perdido.
Quisiera ser esa luz
en tus ojos, ese brillo...

Pero soy solo deseo,
monje, perro peregrino
que postrado en ese umbral
va contando tus latidos.
Estaré a tu puerta, ondina, 
aunque me tiña de olvido,
días, noches, madrugadas
mendigando tu cariño.







No hay comentarios: