domingo, 30 de diciembre de 2018

Círculos (Budapest-Bratislava 30/12/2018)


Círculo abierto, río que no cesa
su fluir bajo puentes donde miles de amantes
sellaron con candado sus manos o sus labios
y arrojaron la llave al agua helada.

Cerrar quizás el círculo del alma
como un anillo cierra lo infinito
sobre la piel soñada de tus dedos,
o enlazarlo con otro aún más perfecto
consagrado a las íntimas esferas
donde espacio, luz, tiempo, no confluyen
sino que son un todo en el vacío. 

O bien dejarlo abierto eternamente
trazando una espiral como un derviche,
caracola, galaxia, laberinto
sin principio ni fin, giro perpetuo. 

O acaso, como el mar bebe la luna
y la hace añicos blancos en sus ondas
los círculos se rompan, se disuelvan,
crezcan, mengüen, se olviden y renazcan
para encontrarse en un fugaz abrazo
una de cada mil eternidades. 

Ahora, quizás, sí, solo junto al río
comprendo que este amor que invade todo
es tan solo un destello diminuto
del círculo intangible que nos une
aun cuando nuestros labios, sus palabras,
las noches de agua y fuego en la memoria
duelan en la distancia del invierno
como el viento indomable que atraviesa
mi pecho con cristal de puro hielo,
tu espalda con caricias de nostalgia.

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