viernes, 7 de diciembre de 2018

Mar sin sirena

Gaviota libre,
espíritu del mar,
alza tu vuelo.

El vasto océano
es tu único destino.
Su piel mi espejo.

Mar en mis ojos
como una inmensa lágrima...
Te siento lejos.

Amor de agua,
líquido, fresco, limpio,
siempre fluyendo.

Olvidó el mar
disfrazado de perla
vestir sus olas.

Jardín de anémonas,
¡No empujes la marea,
que sube sola!

Azul o verde,
plata, cielo o cristal
de caracolas.

Lonja de sueños,
¿Qué traen tus barcas hoy
a mi memoria?

Aroma a sal,
plumas de cormorán,
islas remotas...

Enamorado
de los lejanos bosques
el mar me duele.

Savia de sándalo,
riega con tus esencias
mis viejas sienes.

Trae tu fragancia
a la playa infinita
de nuestras pieles.

Un día mágico
las copas de los árboles
besarán peces.

Vientos de otoño
arrastrarán las algas
por las corrientes.

Íntimos pétalos
en los fondos marinos.
Coral, vergeles...

Estrellas vivas
brillarán en tu orilla,
tan transparente.

Ramas doradas,
mecidas por las olas
eternamente.

A ras de luna,
en selvas subacuáticas,
atardeceres...

Solo hoy tu ausencia
impide que mis frondas
a tu mar lleguen.

Ágave y salvia
en los acantilados
donde te extraño.

¿Qué es más bello?,
¿El faro entre las brumas
o los castaños?

¿Un remolino
o las hayas-derviche
siempre girando?

Incontenible,
mi hojarasca en tus playas
colma el espacio.

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