miércoles, 26 de diciembre de 2018

En el tren


Viajar sin perder nunca el horizonte
con el alma enredada en el reflejo
de la estrella polar que hay en tus ojos.

Navegar por el río de tu boca
que crece y se desborda a cada instante
arrastrando mis sueños al océano.

Volar sobre el silencio de los bosques,
ámbar, topacio, esmeralda o jade,
gemas de cristal líquido infinito.

Viajar con tu memoria en la retina,
tu sabor en los labios y tu piel
como el único mapa que me guía.

Viajar a la belleza desde dentro
robándole arañazos a la luna,
vistiendo de caricias los rincones. 

El cielo sangra vivo ante mis ojos
hasta que todo se hace incandescente.
Así el ocaso bebe en mis sentidos
hasta la última gota de nostalgia.
Te llevo dentro, estrella... O no he venido.

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