sábado, 2 de febrero de 2019

Alma borrada

Nadie te ha amado tanto.
Ni la luna, ni el mar.
¿Existen los milagros?
Nadie te ha amado tanto.

Me duelen tus palabras,
dardos envenenados.
Me duele la verdad.
Nadie te ha amado tanto.

Porque mi amor, creía
que era como el océano.
Profundo, incomparable...
Creía que era Dios,
más alto que los astros.

Egocéntrico, imbécil,
pequeño ser humano...
Un peregrino un día
te cogió de la mano
y tú le sonreíste,
le diste el corazón
como jugando.
El te amó, afortunado.
Él te amó y no fue en vano.
Te seguía esperando.
Nadie te ha amado tanto.

Yo no puedo volar,
mirlo enjaulado...
Mi corazón abierto, deshojado,
desea amarte y sangra...
Aunque el mundo se pare
seguirá palpitando.
Nadie te ha amado tanto.

Concédeme una vida o un minuto
de ese vacío que hoy se ha derramado.
No puedo amar como ese mirlo libre,
pero puedo soñarlo.
Desde la cruel nostalgia del deshielo
le confieso a este viento que detestas,
en el que muero por abrir mis alas:
nunca he amado tanto.



No hay comentarios: