domingo, 3 de marzo de 2019

Eroastronomía

Alzo la vista a la bóveda celeste,
inmersión en océanos del tiempo.
Mis pupilas reflejan el zodiaco,
mis párpados las fases de la luna.

¡Ay, si la gravedad que me ata al suelo
cesara en un instante o para siempre
caería hacia el inmenso firmamento,
flotaría como un diente de león
en un arrecife de constelaciones!

En otro paraíso o primavera
tus ojos soñadores le regalan
miradas como un vuelo de los cisnes
al mismo firmamento en que yo bebo.

Cierro mis párpados a una luna nueva
y busco las estrellas con el alma,
mi corazón como un saturno errante
acariciando el cielo con su anillo.

¡Ah, magia! Siento... Siento tu mirada
allá en la nebulosa del caballo
o en ese resplandor que son las pléyades.
Siento una estrella roja luminosa,
corazón de delfín o de cometa
a un segundo-luz
apenas
de mis labios.

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